El proceso educativo es indispensable para la
construcción de la identidad; pues son los procesos mediante los cuales los
sujetos se hacen únicos en su forma de ser, sentir y habitar el mundo; aprenden
a negociar sus diferencias con otros y construyen marcos comunes que les
permitirán cohabitar conjuntamente un espacio cotidiano, histórico y cambiante,
para ello la escuela juega un papel importante primeramente es el escenario de
formación y socialización; pues es ahí donde aprenderemos a desarrollar
habilidades para la comunicación, la interacción con las personas que nos
rodean; el aprendizaje de nuevos
conocimientos y actitudes.
En este punto debemos hablar de la socialización; vivimos en
una sociedad que esta constantemente informada y para lograrlo es necesario que
ocurra una interacción con las demás personas. En el caso de los niños este
proceso se desarrolla principalmente en la escuela; donde tendrá que aprender a
convivir, a compartir y lograr acuerdos que lo llevaran a una sana
convivencia. La escuela no actúa
solamente como institución cuya única finalidad es trasmitir conocimientos;
sino que debe tener la capacidad de explicar, ejemplificar, ampliar y
justificar lo aprendido, se trata de desarrollar la mente de los alumnos, de
enseñarles a vivir; de aprender no solo de los libros sino de la vida, de su
entorno, de si mismo. Para ello intervine un factor muy importante que es la
moralidad, cada sujeto cuenta en primera instancia con los valores impartidos
por sus padres, con normas y principios morales que regirán su manera de actuar
ante las situaciones que se le presenten, se busca lograr que tenga noción de
que sus acciones tendrán consecuencias positivas o negativas y que lo ayudaran
a ir construyendo criterios
autorreguladores de la libertada humana.
La escuela debe concretar sus mecanismos
institucionales, organizativos, de protección, vivencia , confrontación y
discusión de los derechos de los niños; así como sus deberes; de esta forma se
lograra la creación de un espacio democrático propio para la convivencia, el
aprendizaje y la socialización, donde se enseñara no solo a ser ciudadano sino
a vivir la ciudadanía; la inclusión, la vivencia en equidad, la discusión y
construcción colectiva de normas y valores que son los principios de la
convivencia.
El Estado debe debe asegurar la
institucionalización de la escuela, pues aunque destaca en el articulo 5 la
formación y el desarrollo de seres humanos integrales respetuosos de la vida,
de los principios democráticos del país y demás derechos: habla de un sujeto
participativo, critico, reflexivo, analítico e involucrado en la toma de
decisiones, en el avance tecnológico y científico y en la construcción de una
identidad de país democrático, incluyente y equitativo, no establece la manera
de lograr estos objetivos, si logramos que la escuela sea un escenario
democrático, los alumnos aprenderán a vivir en armonía, a ser respetuosos de
las normas pero sin omitir su opinión, dando espacio a la discusión y la
negociación. Se deben realizar reglamentos construidos conjuntamente con todos
los involucrados; definiendo los principios, derechos y deberes que permitirán
edificar la pertenencia de un individuo a un grupo y a una comunidad
compartida, donde el principal regulador será la equidad, la responsabilidad y
el respeto.
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